Por: Francisco Ameliach
Iniciando la década de los ochenta del siglo pasado, participé junto a otros compañeros en círculos de estudios promovidos por Hugo Chávez sobre el pensamiento y acción de el Libertador Simón Bolívar.
Una de las conclusiones de esas jornadas fue, que la característica más resaltante en Simón Bolívar es su pensamiento y acción antiimperialista.
En base a esta destacada característica se conformó el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200) y en la actualidad, la declaración de principios del PSUV inicia afirmando que el imperialismo constituye el “principal enemigo de la humanidad”.
Podemos decir entonces, que por coherencia ideológica toda y todo militante de la Revolución Bolivariana debe ser esencialmente antiimperialista.
Refuerza esta tesis, el hecho que después de Simón Bolívar no ha surgido en la historia de Venezuela un actor político con pensamiento y acción antiimperialista más eficaz y eficiente que el Comandante Hugo Chávez.
Hoy en día, Venezuela es sometida a una guerra no convencional, multifactorial, dirigida por el gobierno de Estados Unidos con acciones principalmente de guerra económica que buscan rendir por hambre a nuestro pueblo y convertirnos de nuevo en colonia yanqui.
El Presidente Nicolás Maduro, lidera la resistencia antiimperialista desde la desaparición física del Comandante Chávez en el año 2013, consolidando la unidad del pueblo y la FANB mediante ingeniosos sistemas de organización y asistencia social en cada comunidad, incrementando la voluntad de lucha de nuestro heroico pueblo para mantener la paz y hacer respetar nuestra soberanía nacional.
Constituye entonces, una inaceptable contradicción, que alguien que dice ser chavista, emprenda cualquier tipo de acción que favorezca la guerra imperial sobre Venezuela y trate de debilitar mediante la manipulación y el engaño los liderazgos individuales y colectivos de la Revolución Bolivariana.
Es repugnante ver y escuchar a un supuesto “cuadro político o militar” que se declara bolivariano y chavista, expresar por las redes sociales, bajo la protección del propio imperio estadounidense, que apoya a Trump y a sus agentes de guerra en Venezuela para defender el legado de Chávez.
Este individuo actuó como agente encubierto al servicio del imperialismo, jamás fue chavista.
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